miércoles, 24 de febrero de 2010

ORLANDO ZAPATA: MORIR POR LA PATRIA ES VIVIR

LA HABANA, Cuba, 24 de febrero (Aini Martín Valero, ALAS, www.cubanet.org) –Aproximadamente a las tres de la tarde del martes 23 de febrero, murió el preso cubano Orlando Zapata Tamayo, en la sala de terapia intensiva del hospital para reclusos de la cárcel capitalina Combinado del Este. Zapata Tamayo llevaba desde el 3 de diciembre en una huelga de hambre para exigir que se respectaran sus derechos elementales en la prisión Kilo 8, donde se encontraba antes de agravarse su salud. Al cierre de esta información se desconocía aun donde serán velados sus restos. Otra victima más en la larga lista de mártires de nuestra querida patria cubana.
La noticia de su muerte ha conmocionado este martes a la disidencia interna y al exilio. Como Pedro Luis Boitel, muerto en similares circunstancias en 1972, el mártir Orlando Zapata Tamayo forma parte ya de la más gloriosa historia de Cuba. Los abusos cometidos contra Orlando Zapata Tamayo una vez más comprueban que la tortura y el terror contra el pueblo son políticas de Estado bajo el régimen castrista. Zapata Tamayo nació el 15 de mayo de 1967 en Santiago de Cuba. Era albañil y plomero y perteneció al Movimiento Alternativa Republicana.
En huelga de hambre desde el 3 de diciembre pasado, la salud de Zapata Tamayo había empeorado progresivamente, a pesar de que estaba siendo alimentado por vía intravenosa, según declararon hace unos días familiares y fuentes de la disidencia interna.
El preso político había iniciado la huelga para protestar por su traslado desde la Prisión de Holguín, provincia en la que reside su familia, a la cárcel Kilo 8, de Camagüey, y por los maltratos recibidos durante su reclusión, entre ellos continuas golpizas.
Era también miembro de lo opositor del Consejo Nacional de Resistencia Cívica. Fue arrestado el 6 de diciembre del 2002 y acusado de desacato, desorden público y "desobediencia'', y sentenciado a tres años de cárcel. Estuvo recluido en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en Ciudad de la Habana. En prisión fue declarado culpable de otros cargos, por lo que cumplía varias condenas que sumaban unos 36 años.
Fue excarcelado el 7 de marzo del 2003, pero detenido nuevamente el día 20 del mismo mes cuando participaba en un ayuno junto a la licenciada Martha Beatriz Roque Cabello y cuatro personas más. Fue enjuiciado el 18 de mayo de 2004 y condenado a tres años de prisión.
Cumplía su condena en la cárcel de Guanajay, provincia de La Habana, hasta que el 15 de enero del 2005 fue trasladado para la prisión Taco-Taco, en la provincia de Pinar del Río.
Zapata formaba parte del grupo de los 75 disidentes condenados en la primavera del año 2003 con penas de hasta 28 años de cárcel, aunque, en su caso, la acumulación de penas por "desobediencia, desacato y protestas a favor de los derechos humanos" le acarreó una condena de hasta 36 años de prisión.
El disidente inició la huelga de hambre después de que el Gobierno se negara a aceptar sus demandas, entre ellas, vestir la ropa blanca de disidente y no el uniforme de recluso común. Además, protestó por las condiciones en que se encuentran los presos políticos y se negó a comer el rancho que provee el penal para, en su lugar, alimentarse sólo de la comida que, cada tres meses, le llevaba a la cárcel su madre.
El pasado mes de octubre Zapata sufrió una paliza por parte de militares que le custodiaban en la prisión provincial de Holguín, a la cual había sido trasladado. Estos golpes le provocaron una hemorragia intracraneal que derivó en una operación quirúrgica. Desde que Zapata inició su huelga de hambre y "durante 18 días" el director de la prisión de Kilo 8 le retiró la ingesta de agua, lo que terminó por inducirle un fallo renal. A mediados de enero el preso fue trasladado a un hospital de Camagüey en el que contrajo una neumonía debido al aire acondicionado y a que se encontraba "casi desnudo", agrega el comunicado. A pesar de su crítico estado de salud, el régimen lo trasladó la semana pasada al hospital de la Prisión Combinado del Este en La Habana, donde no existían condiciones para tratarlo.
Desde febrero, Zapata Tamayo fue sometido periódicamente a un tratamiento con suero, para la hidratación de su organismo, al tiempo que alertó sobre el hecho de que si muriera, el gobierno intentaría responsabilizarlo.
Es triste señalar que la trágica muerte de Zapata Tamayo a manos del brutal régimen castrista haya ocurrido un día antes del aniversario del Grito de Baire y de la muerte de otras cuatro víctimas de la dictadura de Castro, los pilotos de Hermanos al Rescate".
Es una tragedia la muerte de Zapata Tamayo, mis condolencias para su madre y toda su familia. MI condolencia para todo nuestro pueblo cubano porque otro mártir de la libertad ha sido asesinado. Los máximos responsables de ese asesinato son los hermanos Castro. Ha llegado el momento de que nuestro pueblo cubano diga “Basta ya” y levante su voz con un clamor unánime que borre de la faz de la tierra la tiranía que siembra la muerte en la Patria de nuestro Apóstol José Martí.
En una entrevista que Yoani Sánchez le hizo a la madre de Orlando, minutos antes de que las autoridades le entregaran el cuerpo de su hijo, Reina Luisa lo único que espera es tener valor para poder vestirlo y llevarlo hasta la casa número 6 de la carretera Embarcadero, en Banes. “Quiero velarlo delante de mi altar”, dice resuelta. El recorrido por toda la isla de esa mujer sola con el cadáver de su hijo es un símbolo demasiado grande para una tiranía tan empequeñecida.

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